Nos quedamos en el hotel Doblemar Husa que está en la Manga del Mar Menor, a 30 Km. de Cartagena.
Impresión que da cuándo llegas: pasas por 20 kilómetros de plásticos, luego en la Manga tienes 20 km. de villas y apartamentos de los 70, y te quedan 3 metros escasos de costa por ocupar… Es tan exagerado que incluso acabas por darte cuenta de que Benidorm está bien y Benicassim es el paraíso arquitectónico del turismo de Sol y playa. Para rematar la faena el hotel está tan anticuado que desde su inaguración no han cambiado nada. Todo en buen estado, pero no es un hotel digno para ser considerado 4 estrellas, lleve o no incluido el desayuno. Además coincidimos con 8 autobuses del IMSERSO y aquello era el no va más de abuelitos.
Al menos Cartagena valió la pena: tenemos monumentos romanos interesantes (Teatro, porque el Anfiteatro está debajo justo de la Plaza de Toros). Los refugios de la Guerra Civil (impresionante), las Murallas (han encontrado también la muralla cartaginesa y fue una charla muy interesante) y luego el Puerto (militar, civil… el submarino de Peral…). Aunque Cartagena se visitaba en medio día.
Alrededor tenemos el cinturón industrial y químico: las minas generaron una temprana industrialización de la ciudad, con poblaciones como La Unión y Portman bautizadas tal cuál la industria que allí se asentó y las creó (es impresionante recorrer la zona de torres químicas).