Sólo un par de días, con la empresa, pero el tiempo suficiente para ver el casco histórico, la contaminación total del Toledo, y lo caro que es la zona turística (4.50 euros un granizado de limón!!!!).

—–

Es la capital de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha; tiene 66.000 habitantes.

La ciudad se encuentra situada en un cerro sobre un meandro del río Tajo que la rodea casi completamente, creando un paisaje natural muy bello. Hay dos puentes que cruzan el río tajo en Toledo: el Alcántara(este)y san Martín, del siglo XIII y XIV (oeste)

Desde 1998, el alcázar alberga la biblioteca de Castilla-La Mancha, la segunda española en importancia de su fondo.

Historia

Fue ocupada por los romanos en 192 a.C. (Toletum). Los ataques de los bárbaros y francos (siglo III) motivaron la reconstrucción de las murallas. Capital del reino (573) y sede arzobispal, albergando importantes concilios como el primero convocado por Recaredo (589), que fue el punto de partida del reino visigodo. En 711 fue invadida por los musulmanes, bajo cuya dominación la cual la ciudad pasó a ser conocida como Toleitola.

En 1085 fue conquistada por Alfonso VI y, desde entonces, se erigió en ciudad encrucijada de las culturas islámica, judía y cristiana, lo cual favoreció la creación de la escuela de traductores de Toledo.

Toledo vivió en los siglos XIV-XV un período de cierta prosperidad económica, en el que desarrolló la industria del paño, la fabricación de armas y la sedería, además de albergar una importante feria. Durante el siglo XV se vio afectada por la expulsión de los judíos, que habían participado de forma activa en el desarrollo económico de la ciudad.

En la guerra de las comunidades, fue, a la vez, el primer núcleo en sublevarse y el último reducto en capitular frente a Carlos V (1522); éste, en prevención de futuras revueltas, mandó construir el alcázar. Desde entonces, convertida en centro del imperio de los Austrias, Toledo vivió los años de mayor prosperidad de su historia, hasta que el traslado de la corte de Felipe II a Madrid (1563), unido a la crisis de la manufactura textil y a la expulsión de los moriscos (1609) la sumieron en un período de postración.

Al iniciarse la guerra civil (1936) la guarnición del alcázar, comandada por el general Moscardó, se levantó contra la república, pero al fracasar su alzamiento quedó sitiada, y resistió hasta la llegada de las tropas nacionalistas del general Varela (septiembre de 1936).