El DNI y sus antecesores: la Tarjeta de Identidad Postal

Hasta hace relativamente poco (1944) no existía el DNI, y la gente tenía dificultades para acreditar su identidad. Para solventar esto, desde finales del XIX existieron en Correos las tarjeta de identidad color café claro ó morado claro, con textos en español y francés, que se doblaba en dos partes y se metía cómodamente en la cartera, y de las cuáles cada delegación de Correos llevaba un registro:

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Su vigencia era de tres años y su llenado era hecho por empleados seleccionados que manejaban la escritura con plumas metálicas y tinta, así como eran expertos en la escritura caligráfica, estilo Palmer. Este libro arriba mostrado corresponde al del periodo de 1935 a 1943 de la Delegación de Castellón, y la página en la que está abierto incorpora a lápiz azul la anotación «Después de la liberación», con su cambio pertinente de responsable de acreditar la identidad (está por ver si al anterior lo fusilaron los «liberadores»).

Estas tarjetas eran utilizadas en los países miembros de la Unión Postal Universal, con la finalidad de dotar a los usuarios del correo con una identificación para cobro de giros postales, envíos certificados y el uso de los demás servicios de las Oficinas de Correos. Pero su utilidad se extendió tanto, que en muchos lugares, fue ampliamente aceptada como medio de identificación oficial, especialmente por parte de aquellos que viajaban con asiduidad (está lleno de comerciantes, industriales, artistas):

Por cierto: desde un principio, y con un método aún vigente, los números del DNI se asignaron por lotes a los equipos de expedición. Así, cada comisaría o equipo móvil que tramita el DNI, cuenta con un margen suficiente de números libres. Si agota ese cupo, se le otorga un nuevo lote, no necesariamente correlativo al anterior.Se destierra así una falsa creencia. Los números bajitos del DNI no correspondieron en el pasado a personas que ya han fallecido. Nadie ostenta «el número de un muerto» como se afirma sin fundamento en conversaciones de bar. La Unidad de Documentación de Españoles de la Policía tiene colchón suficiente para no recurrir a esa técnica. En estos años se han expedido unos 60 millones de carnés y aún hay otros 40 millones libres hasta que se alcance la cifra de 99.999.999 carnés expedidos. No hay motivo para el mal fario.Cada españolito estrena número y no hace falta resucitar el guarismo de nadie. Porque el número del DNI es perpetuo por motivos legales, así que siempre sabremos que el número 1 era el de Franco, y el 10 el del Rey…